La obtención de la ciudadanía italiana iure sanguinis (por descendencia) u otras vías (matrimonio, residencia) atrae a millones de solicitantes en el mundo, pero también ha dado lugar a esquemas fraudulentos.
En los últimos años se han detectado múltiples casos de fraude vinculados a estos trámites, desde falsificación de documentos y domicilios ficticios en Italia hasta estafas digitales en los turnos consulares. A continuación se analizan los casos recientes, los modus operandi más comunes, el marco legal italiano aplicable (incluyendo delitos y sanciones), las reformas recientes para atajar estas conductas y recomendaciones para evitar caer en engaños, todo ello en un tono jurídico y con referencia a normativa y jurisprudencia relevante.
1. Casos Recientes de Fraude en Ciudadanía Italiana
En la praxis reciente se han documentado diversos casos de fraude en los trámites de ciudadanía italiana, tanto dentro de Italia como en el extranjero:
- Redes de “cittadinanza facile” en Italia: En 2018 la Operación “Cidadania” de la Policía italiana destapó un sistema ilegal en Teramo para obtener ciudadanías iure sanguinis exprés a favor de oriundos brasileños
- Estafas por supuestos profesionales: También han surgido casos de falsos abogados o gestores que engañan a inmigrantes prometiendo trámites de ciudadanía. En Roma, un hombre italiano de 47 años se hizo pasar por abogado experto en migración y ofreció a dos ciudadanas brasileñas regularizadas conseguirles la ciudadanía italiana (y en otro caso convertir una licencia de conducir extranjera)
- Fraudes en sedes consulares y vía digital: Las autoridades italianas han detectado irregularidades incluso dentro de la red consular. Según una investigación en curso revelada en 2024, en el Consulado de Italia en Venezuela operaba un presunto esquema de fraude para obtener ilícitamente ciudadanías y pasaportes italianos
Estos casos ilustran que el fraude puede ocurrir tanto “desde adentro” (funcionarios coludidos o documentos presentados ante la autoridad) como “desde afuera” (estafadores que se aprovechan del desconocimiento o la urgencia de los solicitantes). La multiplicidad de esquemas detectados motivó respuestas legales y administrativas que veremos más adelante. Antes, conviene examinar cómo operan típicamente estos fraudes.
2. Modus Operandi de los Fraudes Detectados
Del análisis de los casos arriba mencionados se desprenden ciertos modus operandi recurrentes en las estafas de ciudadanía italiana:
- Residencias “ficticias” en Italia: Uno de los métodos más usados para burlar la vía legal es simular la residencia del solicitante en un municipio italiano para obtener el reconocimiento iure sanguinis de forma expedita. En las redes desarticuladas (Teramo, Como, Treviso), agencias intermediarias captaban a descendientes de italianos (principalmente en Sudamérica) deseosos de evitar la espera consular de hasta 8–10 años
- Falsificación de documentos genealógicos: Otro modus operandi grave consiste en fabricar documentos para acreditar un linaje italiano inexistente. Investigaciones recientes señalan que grupos especializados buscan en archivos italianos antiguos a personas nacidas en Italia cuyo rastro pueda ser utilizado por un solicitante sin derecho propio
- Impostores y falsos intermediarios: Muchas estafas se basan en la usurpación de títulos o calidades. Los delincuentes se presentan como abogados expertos, gestores certificados e incluso como funcionarios consulares o judiciales, para ganarse la confianza de los solicitantes. En Génova, las estafadoras arrendaban oficinas por horas en zonas prestigiosas, con personal de recepción real, para hacer creer a los extranjeros que acudían a un estudio jurídico auténtico
- Estafas digitales y sitios web clonados: En la era digital, proliferan los fraudes mediante páginas web fraudulentas o correos engañosos. Un método común es clonar el portal de turnos consulares Prenot@Mi (utilizado oficialmente por los consulados italianos) para engañar a los usuarios
- Abuso de la vulnerabilidad del solicitante: Finalmente, se observa que varios fraudes explotan la falta de conocimiento legal o la situación de necesidad de los solicitantes. Algunos gestores inescrupulosos ofrecen “agilizar” el trámite a cambio de sumas altas, prometiendo atajos ilegales (p.ej. hacer en Italia en pocos meses lo que por vía regular tardaría años)
En síntesis, los fraudes van desde la falsificación material de documentos públicos y la falsedad ideológica (declaraciones mentirosas ante la autoridad), hasta la estafa clásica (engaño patrimonial) y la usurpación de funciones. Cada una de estas conductas tiene un reflejo específico en el ordenamiento jurídico penal italiano, con sanciones severas, como se detalla en la siguiente sección.
3. Regulaciones Vigentes en Italia: Delitos y Sanciones por Fraude en Ciudadanía
El ordenamiento jurídico italiano prevé múltiples herramientas para sancionar y desalentar los fraudes en materia de ciudadanía, protegiendo la fe pública en los actos del estado civil y la integridad de los procesos administrativos. A continuación, se destacan las normas y consecuencias legales más relevantes:
- Delitos de falsedad documental: La presentación de documentación falsa o la formulación de declaraciones mendaces ante autoridades italianas constituye delito. En particular, el Código Penal italiano tipifica la falsità ideologica (falsedad ideológica) y la falsità materiale (falsedad material) en actos públicos:
- Delitos de estafa y usurpación: Los casos en que se engaña a los solicitantes para obtener un lucro encajan típicamente en la figura de truffa (estafa) del art. 640 CP. La estafa simple se castiga con hasta 3 años de reclusión, pero diversas circunstancias pueden agravarla (art. 640, pár. 2 CP), elevando la pena máxima a 5 años y multa. Por ejemplo, es agravada si el hecho lo comete alguien simulando ser un público oficial o abogado (abusando de credulidad pública), o si hay muchas víctimas. En Roma, el falso abogado detenido fue imputado por truffa aggravata in concorso por haber defraudado a dos personas conjuntamente
- Consecuencias administrativas sobre la ciudadanía obtenida fraudulentamente: La normativa italiana de ciudadanía (Ley n. 91/1992 y sus modificaciones) establece los requisitos y procedimientos para adquirir la nacionalidad. Si bien esta ley no contempló expresamente en 1992 la revocación por fraude, en la práctica un reconocimiento de ciudadanía logrado con documentos falsos o declaraciones fraudulentas es nulo de pleno derecho por contravenir el ordenamiento. Las autoridades italianas, al descubrir un fraude, pueden anular los actos administrativos viciados (por ejemplo, cancelar la inscripción en el registro civil italiano) e incluso invalidar el pasaporte emitido. En última instancia, podría ser necesario un procedimiento judicial civil o administrativo para declarar la nulidad del reconocimiento de ciudadanía obtenido ilícitamente, pero la jurisprudencia apoya esa anulación dado que ningún derecho puede basarse en un fraude (fraus omnia corrumpit). Además, vale mencionar que el Decreto Ley 113/2018 (convertido en Ley 132/2018) introdujo la posibilidad de revocar la ciudadanía italiana en ciertos supuestos graves –principalmente condenas por terrorismo– incluso si fue adquirida legítimamente
En resumen, el marco legal vigente en Italia ofrece herramientas penales contundentes contra quienes cometan fraude en trámites de ciudadanía: delitos de falsedad documental (penas de hasta 6 años o más según el caso)
, estafa y abuso de funciones, entre otros. A ello se suman medidas administrativas (anulación del acto fraudulento) para restaurar la legalidad. No obstante, la creciente sofisticación de las estafas ha obligado a actualizar y reforzar las normas y controles, como se explora a continuación.
4. Reformas y Medidas Recientes para Prevenir Fraudes
El gobierno italiano ha reconocido la necesidad de ajustar la normativa y los procedimientos ante los nuevos riesgos de fraude en ciudadanía. En los últimos años se han implementado varias reformas legales y operativas para cerrar brechas y disuadir conductas ilícitas:
- Refuerzo de requisitos y plazos (Decreto Seguridad 2018): La Ley n.132/2018 introdujo cambios a la Ley de Ciudadanía de 1992, elevando los estándares para ciertas vías de adquisición. Por ejemplo, se impuso por primera vez un requisito de idioma italiano (nivel B1) para la ciudadanía por matrimonio, buscando asegurar una integración real y dificultar matrimonios simulados o “de conveniencia” con el único fin de obtener el pasaporte italiano. También se extendió el plazo máximo de tramitación de solicitudes por naturalización a 48 meses, lo que, aunque polémico por demorar los expedientes, fue justificado por las autoridades como necesario para permitir investigaciones más exhaustivas de cada caso y evitar concesiones indebidas. Si bien estas medidas no abordan directamente el fraude documental, demuestran una postura más estricta del Estado italiano hacia la concesión de ciudadanía, reservándose más tiempo para verificar la información aportada y filtrando mejor a los solicitantes (p. ej., con la verificación de conocimientos lingüísticos y de antecedentes más rigurosa).
- Digitalización segura de turnos consulares: El Ministerio de Relaciones Exteriores (Farnesina) ha renovado sus sistemas informáticos para trámites consulares a fin de combatir los fraudes en la asignación de citas. En 2021–2022 sustituyó la antigua plataforma “Prenota OnLine” por el nuevo portal Prenot@Mi, que incorpora mayores medidas de seguridad (autenticación de usuario fortalecida, CAPTCHA contra bots, etc.)
- Inspecciones y auditorías consulares (2023-2024): Como se mencionó, en respuesta a las sospechas de fraude interno (caso Caracas) y al incremento de denuncias desde el extranjero, el Ministro Tajani ordenó una serie de inspecciones extraordinarias en consulados de América Latina
- Colaboración internacional y bases de datos: Italia ha venido ampliando la cooperación con países de gran flujo migratorio italiano (como Argentina, Brasil, Uruguay) para verificar datos registrales. Por vía de convenios o contactos directos entre registros civiles, es cada vez más común que ante la mínima duda sobre un acta presentada, el consulado italiano consulte al registro local de nacimiento o matrimonio para confirmar su autenticidad. Asimismo, se incentiva a las oficinas comunales italianas (encargadas de las inscripciones AIRE de ciudadanos residentes en el exterior) a reportar cualquier irregularidad detectada en documentos recibidos del extranjero. Este intercambio de información sirve para detectar patrones –por ejemplo, la repetición sospechosa de un mismo acta italiana en múltiples expedientes de distintas personas, que podría indicar falsificación en serie. Italia también participa en foros europeos sobre integridad en la concesión de nacionalidades, dado que la ciudadanía italiana confiere la ciudadanía de la UE: se han discutido estándares comunes para evitar que individuos obtengan pasaportes europeos con documentación fraudulenta en algún Estado miembro, lo cual ha llevado a un mayor escrutinio a nivel europeo de los procesos de naturalización.
- Concienciación y presupuesto: El Parlamento italiano, por su parte, ha incrementado ligeramente los recursos presupuestarios destinados a mejorar la gestión de ciudadanía en el exterior, con la idea de acortar los plazos de atención y así restar espacio a los intermediarios informales. Por ejemplo, se aprobó una partida adicional de 600.000 € para 2025 destinada a agilizar los trámites de ciudadanía en los consulados con mayores demoras
En conjunto, estas medidas legales y administrativas recientes buscan cerrar el cerco al fraude en la ciudadanía italiana: endureciendo requisitos (ej. idioma), prolongando plazos para investigar, modernizando sistemas de turnos, inspeccionando oficinas vulnerables y educando al público. No obstante, dado que la creatividad de los defraudadores evoluciona, sigue siendo crucial la prevención individual. La siguiente sección ofrece recomendaciones prácticas en ese sentido.
5. Consejos Prácticos para Evitar Fraudes en el Trámite de Ciudadanía
Dado el panorama descrito, es fundamental que los solicitantes de ciudadanía italiana actúen con precaución y se informen adecuadamente. A continuación se presentan recomendaciones dirigidas a potenciales solicitantes (así como a sus asesores legales) para prevenir ser víctimas de fraude y verificar la autenticidad de sus gestiones:
- Utilice exclusivamente los canales oficiales: Realice todos los pasos del trámite a través de los sitios y oficinas oficiales del gobierno italiano. Para turnos consulares, use únicamente el portal Prenot@Mi (https://prenotami.esteri.it) y las páginas web oficiales de cada consulado. Desconfíe de cualquier otro sitio que ofrezca citas o “formularios” alternativos. Recuerde que los dominios legítimos siempre terminan en .esteri.it, no en .com, .org ni otros
- Evite intermediarios no autorizados: Ninguna gestión de ciudadanía italiana exige por ley contratar agentes o gestores externos. Los consulados italianos ofrecen gratuitamente la información y los turnos. Si bien es entendible buscar ayuda profesional para reunir documentos o traducirlos, desconfíe de quien se ofrezca a “acelerar” el proceso consular por fuera de las vías oficiales. Ningún gestor privado puede influir en la lista de espera consular ni garantizarle resultados mágicos. Especialmente, no pague por servicios que son gratuitos, como la reserva de un turno consular
- Verifique la identidad y antecedentes de cualquier asesor: Si decide contratar a un profesional o agencia para asistencia (por ejemplo, un abogado en Italia que lleve su reconocimiento judicial, o un gestor documental), compruebe sus credenciales. Pida referencias de otros clientes, compruebe si figura colegiado (en caso de abogados) o registrado oficialmente. Los consulados suelen publicar listas de abogados de confianza; consulte esas fuentes o grupos de compatriotas que hayan hecho el trámite. Según informes recientes, los estafadores suelen fingir estar habilitados –mostrando quizás documentos membreteados o fotos en oficinas–, por lo que debe profundizar más allá de las apariencias
- No realizar pagos adelantados excesivos ni sin garantías: La práctica común de las estafas es exigir grandes sumas por adelantado con la promesa de “agilizar” trámites
- Proteja sus datos personales y documentos: No comparta copias de sus documentos de identidad, partidas de nacimiento u otra información sensible con personas o sitios web no verificados. Los estafadores podrían utilizar esos datos para otros fines ilícitos (por ejemplo, robo de identidad). Facilite documentación únicamente a funcionarios consulares a través de los canales oficiales (plataformas o ventanillas) o a su abogado/gestor de confianza cuando ya haya verificado su legitimidad. Si va a enviar documentos por correo postal o mensajería a Italia, asegúrese de tener constancia de envío y de que el destinatario es auténtico (por ejemplo, si un supuesto “abogado” le pide que envíe sus actas a una dirección privada desconocida, verifique primero que sea una oficina real). Recuerde que los consulados italianos suelen apostillar y traducir localmente sus actas; rara vez tendrá que enviar documentos originales a terceros países.
- Infórmese en fuentes oficiales y especializadas: Antes de iniciar el proceso, lea la normativa vigente y las guías que proporcionan las instituciones. El Ministerio del Interior italiano y la red consular publican requisitos detallados para cada tipo de solicitud (descendencia, matrimonio, residencia). Por ejemplo, el Consulado de Italia en Nueva York publica avisos sobre aumentos tarifarios y requisitos en su sección de ciudadanía
- Desconfíe de ofertas “demasiado buenas” o urgentes: Un adagio básico de la prevención de fraudes es que si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Aplicado a la ciudadanía: nadie puede convertirlo en ciudadano italiano en cuestión de días ni garantizarle el pasaporte si usted no cumple los requisitos legales. Cualquier esquema que prometa “saltarse la fila” o conseguirle documentos italianos sin tener usted un antepasado italiano verdadero es, con alta probabilidad, ilícito. Tenga presente que los procedimientos legítimos tienen tiempos incomprimibles (ej.: aunque usted vaya a Italia a residir, deberá esperar la tramitación comunal de varios meses; si es por vía consular, son años). Los casos de concesiones exprés suelen implicar corrupción o fraude documental, que luego pueden salir a la luz y ocasionarle la pérdida de la ciudadanía obtenida e incluso procesos penales. Por tanto, dude de cualquier “garantía total” ofrecida por terceros. Los abogados serios nunca garantizan un resultado cierto (pues depende de autoridades y de la validez de los documentos); a lo sumo ofrecen diligencia y profesionalismo. En cambio, los estafadores tienden a prometer éxito seguro y rapidez inusitada –un claro foco rojo.
- Conecte con la comunidad y comparta experiencias: Si va a viajar a Italia para su trámite (vía residenza o juicio), intente contactar previamente con otros ciudadanos de su país que hayan hecho el proceso. Hoy existen foros, grupos de redes sociales y asociaciones de descendientes que intercambian consejos. Estas redes de apoyo pueden orientar sobre comunas fiables, alojamientos seguros, y advertirle sobre personas o agencias con mala reputación. Por ejemplo, en el informe de 2025 se indicó que las solicitantes que viajaron acompañadas o en contacto con otros lograron evitar algunos engaños, mientras que aquellas aisladas fueron más vulnerables
- Denuncie cualquier irregularidad o sospecha: Si pese a todas las precauciones usted cree haber sido víctima de un fraude, es importante dar aviso a las autoridades. En Italia, puede denunciar los hechos ante la Questura o Carabinieri locales, aportando toda evidencia (recibos, comunicaciones, identidades de los implicados). Igualmente, informe al Consulado italiano competente sobre el incidente; muchos consulados han habilitado correos específicos para reportar estafas vinculadas a ciudadanía (por ejemplo, Buenos Aires: buenosaires.fastit@esteri.it, La Plata: conslaplata@esteri.it, etc. según listados proporcionados)
Conclusión: Los trámites de ciudadanía italiana, por su valor y complejidad, han dado lugar a diversos riesgos de fraude que el postulante bien informado debe conocer. Casos recientes evidencian que tanto las falsificaciones documentales (residencias, partidas, etc.) como las estafas a incautos son realidades frente a las cuales Italia ha reaccionado con mayor rigor normativo y controles institucionales. Para abogados y especialistas en derecho migratorio, es crucial asesorar a los solicitantes sobre estas contingencias: enfatizar el cumplimiento estricto de la normativa, la verificación de cada documento y gestor involucrado, y una actitud proactiva de denuncia. Solo mediante la prevención y la información se logrará que el anhelado reconocimiento de la ciudadanía italiana transcurra dentro de la legalidad y sin contratiempos fraudulentos, preservando así tanto el derecho legítimo del descendiente como la soberanía administrativa de Italia. No obstante de ninguna manera utilizando como argumento el fraude, se puede restringir un derecho constitucional como es el acceso a la ciudadania, como ya se ha determinado ut supra, ya que Italia, posee sobrados procedimientos para evitar, prevenir y sancionar estos actos.
Antes de ser abogada, estuve en tu lugar. Obtuve mi ciudadanía italiana, y fue ahí que me enamoré del derecho internacional, más precisamente del Derecho constitucional italiano.
Ni bien me recibí cómo abogada en la UNLP, viajé a Bologna, Italia, a realizar un Magíster en diritti constituzionale e diritti-umani. En simultáneo, a día de hoy, junto a mi equipo profesional, ayudé a más de 10.000 personas a obtener su doble nacionalidad. La empresa se encuentra en constante crecimiento, tanto de infraestructura, cómo de equipo y siempre en la vanguardia tecnológica, garantizando al 100% los procesos de nuestros clientes.
A día de hoy me encuentro terminando mi tesis, pero sin abandonar ni un segundo lo que me hace felíz y me motiva cada día, abrirle las puertas al mundo a miles de personas.




